Durante el 15° Encuentro de CEDOL, Claudio Zuchovicki –presidente de BYMA y director académico de Finanzas en UADE– compartió una exposición profunda sobre el escenario económico actual de la Argentina y su impacto directo en el sector logístico. Frente a una audiencia compuesta por referentes de la logística y la producción, ofreció un análisis lúcido que va más allá de la coyuntura para enfocarse en un modelo económico que, según afirmó, marcará el rumbo de los próximos tres años.
Zuchovicki puso sobre la mesa una verdad incómoda: el problema no es solo económico, sino también cultural. “No importa lo que haga un gobierno, importa lo que la sociedad convalida”, afirmó, refiriéndose a valores como el mérito, el esfuerzo y el respeto por la propiedad privada como pilares de un cambio sostenible. A través de ejemplos cotidianos y cercanos —desde entradas a Disney hasta pases de fútbol— ilustró cómo la depreciación del dinero alteró profundamente nuestra percepción del valor y del precio.
Su diagnóstico no dejó afuera los grandes temas que atraviesan al país: inflación, déficit fiscal, tipo de cambio e incertidumbre. Pero el enfoque fue claro: estos no son el problema en sí, sino síntomas de una enfermedad más profunda. “La enfermedad es el déficit fiscal”, subrayó. Frente a esto, planteó un escenario donde el ajuste fiscal no es solo inevitable, sino ya en marcha, y advirtió que las empresas deben distinguir entre medidas transitorias y cambios permanentes para poder adaptarse con rapidez y eficacia.
En este contexto, la logística —pieza clave para el comercio y la producción— enfrenta desafíos estructurales. Zuchovicki hizo hincapié en la necesidad de aumentar la competitividad mediante la eficiencia, el volumen y el trabajo bien hecho. También se refirió a la urgencia de mejorar la infraestructura del país, apostando a modelos de participación público-privada con visión de largo plazo, y destacó experiencias regionales exitosas como el modelo chileno.
Finalmente, llamó a profesionalizar el sector logístico y a incorporar una mirada estratégica que contemple los cambios profundos que está atravesando la economía argentina. El mensaje fue claro: adaptarse no es una opción, es una condición para sobrevivir y crecer.